Cleopatra. Massenet

Extraido y editado de Radio Beethoven.

 

Entre los compositores de la ópera francesa del siglo 19, Jules Massenet (1842 – 1912) es uno de los grandes junto a GounodMeyerbeer y Bizet. Pero Jules Massenet es claramente el de una mayor contribución al género, con casi tres decenas de títulos.

Si bien – y gracias al disco – ha ido aumentando cada vez más el conocimiento del enorme legado de Massenet, dos de sus óperas son las que gozan de una masividad y proyección notoriamente mayor. Ellas son “Manon” (de 1884) y “Werther” (de 1892), cuarta y octava, respectivamente, en el listado cronológico de sus óperas.

Tras ellas desfila un extenso conjunto de óperas, en el que sobresalen “Thaïs”, “El Cid”, “Don Quijote”, Querubín”, “Herodías”, “El Rey de Lahore”, “Esclarmonde”, etc.

Entre las óperas menos divulgadas de Massenet pueden citarse “La cenicienta”, “El juglar de Nuestra Señora”, “Roma”, “Ariadna”, “Amadís” y “Cleopatra”.

Cleopatra” se ubica al final de la producción de Massenet, en un período en que su fama no se sustentó tanto en nuevas creaciones, sino en la reposición de algunos de sus éxitos pasados.

Jules Massenet era hombre casado, pero muy frecuentemente se dejaba encandilar por “musas cantantes” o por mujeres que de la categoría de amistades se convirtieron en amantes.

Entre éstas estuvo Lucy Arbell, una joven mezzosoprano – 40 años menos que él – para la que creó el rol principal de “Teresa” y a quien luego fue asignando importantes papeles protagónicos, entre ellos los de las óperas “Ariadna”, “Don Quijote”, “Cleopatra” y “Amadis”

Al igual que la ópera “Antonio y Cleopatra” de Samuel Barber estrenada en 1966, esta ópera de Massenet está basada en la tragedia “Antonio y Cleopatra” de William Shakespeare.

El libreto fue de Louis Payen, dramaturgo y poeta francés, cuyo verdadero nombre era Albert Lienar. Este no utilizó directamente la tragedia de Shakespeare, sino una muy burda adaptación efectuada por un tal Rougier, la cual él quiso mejorar.

Massenet trabajó en la composición durante 1911 y terminó la orquestación a comienzos de junio de 1912, sólo 2 meses antes de su muerte.

Así “Cleopatra” fue estrenada en forma póstuma, el 24 de febrero de 1914, en el Teatro de la Opera de Montecarlo.

La presencia de la mezzosoprano Lucy Arbell fue una pesadilla para la esposa y posterior viuda de Massenet, porque su desmedida ambición la llevó no sólo a ser una usurpadora amante del compositor, sino que fallecido éste quiso apropiarse de los derechos de esas óperas cuyos roles femeninos principales habían sido creados para ella.

Tras el estreno hubo muy pocas representaciones. En 1915 “Cleopatra” se montó nuevamente en Montecarlo. En 1916 llegó a Chicago. En 1919 la obra se presentó en París y también en Nueva York. En 1921 “Cleopatra” se vio por última vez en Lieja, Bélgica.

Desde entonces no se presentó hasta 1990, cuando fue revivida en los Festivales Massenet de Saint- Etienne, de donde surgió la única grabación hoy disponible.

ARGUMENTO

“Cleopatra” se desarrolla en cuatro actos, en Egipto y en Roma, entre los años 40 y 30 antes de Cristo.

Acto primero

Después de la muerte del César, Marco Antonio, El triunviro, que ha sometido a Oriente, se instala en un campamento en Tarso (hoy Turquía), junto al río Cydnus.

Allí se apresta a recibir el saludo de los soberanos de los pueblos conquistados. Entre ellos está Cleopatra, la reina de Egipto, de quien el esclavo Spakos anuncia su pronta llegada.

Marco Antonio, burlonamente, se refiere a ella como una “simple cortesana con corona”. Esto porque Cleopatra había vivido en Roma como concubina del César.

Cleopatra llega en un suntuoso navío, con más aires de vencedora que de vencida.

Marco Antonio, subyugado por su belleza, sube a recibir a Cleopatra a su embarcación y sostiene con ella un encuentro a solas.

Pronto, Ennio, uno de sus soldados, avisa a Marco Antonio que ha sido llamado desde Roma, donde deberá contraer matrimonio con Octavia, la hermana de Octaviano, compañero suyo en el Triunvirato.

Pero Marco Antonio, se olvida de todo, y acuerda regresar con Cleopatra a Egipto.

Acto segundo

Escena Primera

Ha pasado el tiempo. Ya de regreso en Roma y curado, según él, de su desmedido amor por Cleopatra, Marco Antonio se prepara para su matrimonio con Octavia.

Todo está listo para la boda, cuando el soldado Ennio hace saber a Marco Antonio que Cleopatra, buscando consuelo para su soledad ha establecido relaciones amorosas con el esclavo Spakos.

Presa de los celos y la desesperación, Marco Antonio dice a Octavia que no piense más en él y decide emprender viaje a Egipto. Octavia, resignada, dice que le será fiel.

Escena segunda

En una taverna de Alejandría, Cleopatra, disfrazada de hombre, busca placeres en compañía de Spakos.

Un apuesto joven baila para la pareja y la reina se muestra fascinada, ante la reacción violenta de su amante, que intenta matar al bailarín.

Cleopatra revela su verdadera identidad a la multitud, justo en el momento en que una de sus doncellas le comunica que Marco Antonio ha llegado.

Spakos trata de detener a Cleopatra, pero ésta se escapa veloz, pues quiere ver de inmediato al romano.

Acto tercero

Se celebra una fiesta en el palacio de Cleopatra.

La reina y Marco Antonio se divierten presenciando danzas de diferentes partes del mundo.

Cleopatra vierte veneno en una copa de vino y dice a los presentes que dará un beso al hombre que beba de esa copa. Marco Antonio la reprocha por este juego tan cruel y detiene a un esclavo que intenta beber el mortal licor.

En Roma, Octaviano ha declarado la guerra a Egipto, y Marco Antonio se niega a acudir al campo de batalla, temiendo que en su ausencia Spakos aparezca y vuelva a tomar su lugar junto a Cleopatra.

Esta lo tranquiliza diciéndole que Spakos se ha alejado para siempre y cuando se apronta a partir llega Octavia a buscar a su prometido, pero nada consigue.

Ahora Marco Antonio ha determinado combatir contra su patria en beneficio de Cleopatra.

Acto cuarto

Las tropas egipcias han sido aniquiladas por el ejército romano en la batalla de Accio.

Cleopatra no quiere verse dominada por Roma y ha esparcido la noticia de que ha muerto, a la vez que ha enviado a unos mensajeros a conseguir el retorno de Marco Antonio.

Pero Spakos da señales de vida y ha ordenado a los mensajeros decir a Marco Antonio que Cleopatra ha muerto.

En su desesperación éste se hiere con su propia espada y pide ser llevado hasta el palacio de Cleopatra para reposar junto a su cuerpo.

Entretanto Spakos ha llegado al palacio intentando un reencuentro con la reina. Spakos le revela que fue él quien ordenó a sus mensajeros comunicar a Marco Antonio la muerte de Cleopatra y que éste no volverá.

En su furia, Cleopatra mata a Spakos con su propio puñal.

Marco Antonio, moribundo, y bañado en sangre, es traído hasta el palacio por unos soldados. Sólo alcanza a decir a Cleopatra que prefería morir antes que vivir sin ella.

Marco Antonio muere. Luego Cleopatra se deja morder por una serpiente venenosa, que le ocasiona su rápida muerte.