David Daniels es uno de los contratenores americanos más conocidos. Nacido en 1966 en el seno de una familia totalmente inmersa en el mundo de la lírica comenzó, de niño, como soprano y luego pasó a la cuerda de tenor.
Bajo la tutela de George Shirley, en la Universidad de Michigan se orientó a contratenor
Daniels, hizo su debut profesional en 1992. En 1994 cantó el papel de Nerone en el Glimmerglass Opera. En 1997, ganó el Premio Richard Tucker. En 1999, hizo su debut en el Metropolitan Opera como Sesto en Giulio Cesare.
Su repertorio incluye títulos como Giulio Cesare, Arsace en Parténope, el rol principal de Tamerlano y Arsamene en Xerxes. En la Ópera Estatal de Baviera ha cantado los personajes titulares de Rinaldo (2001) y Orlando (2006) así como David en el oratorio Saúl. Anteriormente, interpretó un exitoso Nerone en L’incoronazione di Poppea de Monteverdi.
Además, el repertorio de Daniels trasciende del barroco con títulos cuyos protagonistas están asociados a la voz del contratenor, como Oberon en El sueño de una noche de verano de Benjamin Britten, Orfeo en Orfeo ed Euridice de Gluck y el rol mozartiano de Farnace en la ópera Mitridate, re di Ponto.
Ha trabajado en el campo del lied y el recital, frecuentando un repertorio no usual para los contratenores, especialmente las Noches de estío de Berlioz y Poulenc.
Daniels se mueve en escena como pez en el agua. Así lo demostró ya en 1996 en el complicado y polémico montaje de Peter Sellars para el oratorio Theodora de Haendel (Festival de Glyndebourne), bajo la batuta de William Christie. Daniels no desea encasillarse en la música antigua, habiendo grabado, por ejemplo, piezas de Berlioz, Ravel y Fauré.
Su voz es plena y agradable al oído, con una gran riqueza tímbrica, fraseo elegante, un tanto amanerado en ocasiones, pero siempre eficaz en rubatos e improvisaciones. Destaca su volumen, inusualmente alto en comparación con otros contratenores, así como una homogeneidad de registro ciertamente admirable. Técnicamente muy dotado, basa sus interpretaciones en una musicalidad innata que refleja tanto en el estudio como sobre el escenario.e