Una Agresión Sensorial

Las Operas de Richard Strauss

Por Edgardo Beck

 

INTRODUCCIÓN

Escribir, como coAdd Newmponer, esculpir o pintar pueden ser formas de mostrar, vender o lucir. En este caso pretende compartir. No me refiero a compartir vivencias, cosa cotidiana y a la que estamos entrenados, sino el  compartir sensaciones.
Como de sensaciones se trata, no se encontrará en las páginas siguientes un tratado enciclopédico. Tampoco se desarrollarán juicios de conductas políticas o sociales.
La idea es simple: comentar una de las producciones operísticas más fabulosas de la historia, que casualmente, resultó producto de la creatividad de un individuo conocido con el nombre de Richard Georg Strauss, nacido el 11 de junio de 1864 en Munich y fallecido el 8 de setiembre de 1949 (5 días después de mi nacimiento…..) en Garmisch-Partenkirchen.
Claro que esas obras son solo parte de una producción mucho más amplia, que incluye diversos géneros musicales.
También comprendemos que todas esas expresiones musicales participaron como una pequeña porción del movimiento artístico alemán.
Más obvio aún es que dicho movimiento fue un eslabón de las artes europeas de fin del siglo XIX.
Si bien siempre se lo consideró a Richard como austríaco, no tiene relación alguna con los Strauss de ese país. Su abuelo, Johan, nacido en 1800 engendró un árbol genealógico básicamente bavario; uno de sus nietos Franz Joseph Strauss nacido en 1822 fue iniciado musicalmente por un familiar -Johan Georg Walter- aprendiendo guitarra, corno francés y  viola.
El corno fue  el instrumento predilecto de Franz Strauss , ingresando a la Orquesta de la Corte de Munich de la cual fue en poco tiempo su primer solita. En 1854 mueren en una epidemia su esposa y 2 hijos. Dedicado desde entonces por exclusivo a la música, su fama trascendió las fronteras bávaras.
En 1863 Franz Strauss se casa con Josephine Pschorr y 10 meses después, el 11 de junio de 1864 nace nuestro Richard.
Gracias a la fortuna de la familia de su madre, Richard tiene pronto una excelente educación musical. Su padre creía que tenía otro Mozart en sus manos!.
A los 12 años compone su primer obra orquestal, una Marcha. Para ese entonces ya estaba estudiando en el Ludwigsgymnasium.
A los 18 años pasa a la Universidad de Munich y compone los Conciertos para Violín y Corno y la sonata para Cello.
Deja la Universidad y viaja a Leipzig, Dresden y Berlín, fundamentalmente para ser conocido por los círculos aristocráticos de esas ciudades.
El año de 1885 marca la entrada en su vida de dos pilares básicos: Richard Wagner y Hans von Büllow. Con el tiempo reemplaza a este último en la dirección de la orquesta de Meiningen (sitio en donde conoce a Alexander Ritter), pero por solo unos meses ya que firma un contrato por 3 años como director de la Orquesta de Munich (en donde su padre todavía era el primer corno).
Pasa el tiempo y junto a Hans von Bülow forman parte de un grupo intelectual. Gracias a esa relación  Richard Strauss pronto pudo estar a la cabeza de la Orquesta Sinfónica de Munich dirigiendo su propia Suite para vientos en Re Mayor.
Nombré antes a su encuentro con Alexander Ritter, violinista y esposo de una sobrina de Richard Wagner (Franziska).
De esa relación y la mutua discordancia con los conceptos wagnerianos surge el primer poema sinfónico: Don Juan (basado en el poema de Lenau), estrenado en 1889.
El rumbo estaba marcado y siguieron: Till EulenspeigelDon QuijoteAlso sprach Zarathustra, Vida de Héroe (Ein Heldenleben), Sinfonía Doméstica y Una Sinfonía Alpina (Eine Alpensinfonia).
Pero nosotros hablaremos de sus óperas.
Sus dos primeros intentos post-wagnerianos son Guntram y Feuersnot.
Strauss dirige Guntram en Munich con su pupila ( y futura esposa) Pauline de Ahna en el papel principal.
Tuvieron que pasar 7 años para su segunda producción: Feursnot.
Richard se empezaba a despegar de Wagner con elementos propios; así lo sintió la audiencia de su estreno en Dresden.
Pero es en 1905 cuando halla en Salomé su propio molde y no precisamente por el éxito. Esta versión alemana del libro de Oscar Wilde no era una cuestión sencilla de deglutir. Sin embargo, para Strauss no fue una casualidad, sino una causalidad reflejada por una carta a Romain Rolland de 1907, en donde confiesa que siempre había querido escribir para el teatro y que hasta ese momento, los poemas sinfónicos solo habían sido “un pobre sustituto”.
Menos lo fue Elektra, y bruscamente un giro de 180 grados: El Caballero de la Rosa. ¿Algo de contacto con las anteriores?… en absoluto!.
Esta época de transición da origen a su asociación con Hugo von Hofmannsthal, autor de los libretos de 6 de sus óperas, empezando con Elektra en 1909 y terminando con Arabella en 1933
Entre 1911 y 1933 funciona la fábrica a la perfección: Ariadna en Naxos (Ariadne auf Naxos), La Mujer sin Sombra (Die Frau ohne Schatten), Helena la Egipcia (Die agyptische Hellena) y Arabella arrancaban sucesos y le acumulaban fortuna.
Bajo el tercer Reich, Strauch alcanza el grado de Reichsmusikkamer. Solo él supo la realidad de esa relación, pero no hay dudas que constituye el tercer escalón de nuestro resumen; algo sucio y resbaladizo, pero escalón al fin.
Su primer pareja fue Dora Wihan-Weis (cuatro años mayor que él),  esposa de su amigo y cellista checo Hans Wihan; eso motivó primero una autocontención por la que mucho sufrió, pero cuando aquel matrimonio se debilitó las cosas cambiaron, incluso con una convivencia prolongada en Italia.
A ella le dedicó Strauss su sonata para cello.
No tenemos muchos datos de aquella época, o mejor dicho de esa relación, ya que todo el intercambio epistolar fue destruido. Su hermana Johana puso mucho empeño para que ambos oficializaran su situación, sin embargo, el viaje de Dora a América fue el fin.
Mientras continuaba dirigiendo en Munich toma unas breves vacaciones en Feldafing y visita a una familia vecina: General de Ahna y sus 2 hijas; la mayor,  Pauline (2 años mayor que él) había estudiado canto en Munich.
Comienza Richard a darle lecciones (musicales!). Sin embargo recién formalizan su relación en 1892.
El matrimonio se celebra en Marquarstein el 10 de setiembre de 1894 y la relación posterior no es precisamente tranquila, dando incluso a lugar a una ópera basada en su casi separación (Intermezzo) y a otra en donde Strauss hace una caricatura del carácter de su esposa (La Mujer Silenciosa).
Eso sí, para nuestro Richard todo era un buen motivo para hacer nacer otro pétalo como su regalo de cumpleaños Meinem Kinde op. 37 (texto de Gustav Falke).
La magia de Strauss continuó con Intermezzo en 1924 bajo ideas propias y terminó en 1942 con Capriccio.
Esa magia nos abraza en cada una de sus obras, pero no solo depende de su Mago Gestor sino también de sus intérpretes y en especial de sus maravillosas “chicas”:
Como veremos, para Strauss componer para sopranos era uno de sus máximo deleites. Parte de sus mejores obras fueron diseñadas para “ellas”. Tanto en las más “pesadas” como en Elektra, las más livianas como Sophie en el Caballero de la Rosa y la colaratura más chispeante en la Zerbinetta de Ariadna en Naxos.
Pero su soprano número uno siempre fue la lírica o si se quiere: lírico-dramática, en gargantas jóvenes pero en proceso de maduración.
–          Maria Jeritza (1887-1982) fantástica en los roles de Octavio y Salomé, aunque después del 30 su declinación fue ostensible (muchos dijeron que por demasiadas representaciones de Turandot),
–          Elisabeth Schumann (1888-1952) como Sofía en el Caballero de la Rosa y
–          Adele Kern (1901-1980) que también empezó como Sofía pero que rumbeó hacia los fuegos de artificio de Zerbinetta en Ariadna en Naxos.
–          Lotte Lehman (1888-1976) en múltiples roles y espectaculares agudos (recomiendo leer su libro sobre 5 de sus óperas).
–          Sin olvidar a las precursoras: Emmy Destinn, Frieda Hempel, Margarethe Siems, y Annie Krull.
La idea principal cuando decidí comenzar con este libro, fue producir un material que pudiese servir de guía orientadora al escuchar cada obra en casa.
Cada capítulo corresponde a una obra y después de breves comentarios generales del entorno ,  desarrollo el texto que dió lugar al libreto, para finalizar con mis impresiones de su contenido musical.
Esto último debe ser interpretado literalmente ya que son realmente mis impresiones, las huella que las óperas de Strauss dejaron en mí en el mismo momento de escucharlas.
He comprendido que debo escribir con conceptos primarios de piel, luego de corazón y en tercer lugar, lejos, pero muy lejos, de raciocinio.
Cualquier inversión de las prioridades queda bajo responsabilidad del lector.
Dicho de otras palabras:
existiendo factores sensoriales
 el autor no se responsabiliza 
de las interpretaciones de sus palabras
 bajo la lupa de la razón.

¿Con qué se encontrará usted?.
Bueno….. digamos que romanticismo y modernismo; lírica de grandes masas orquestales, colaturas e intimismo.
Música para muchos y pocos.
Cada uno podrá elegir lo que quiera.
Pero algo hay que lo absorbe a todo, como un mínimo común o un idioma universal. Se siente y no deber ser explicado. Impresiona nuestros sentidos, inclusive en el disgusto.
La siguiente es la lista de la óperas de Strauss dispuestas en orden cronológico, con la fecha y lugar de los estrenos. (Cada obra puede ser consultada individualmente según el cuadro de la derecha)
1.     Guntram, op. 25 (10, mayo, 1894, Weimar Hoftheater)
2.     Feursnot (Prueba de fuego), op. 50 (21, noviembre, 1901, Dresden Hofoper)
3.     Salome, op. 54 (9, diciembre, 1905, Dresden Hofoper)
4.     Elektra, op. 58 (25, enero, 1909, Dresden Hofoper)
5.     El caballero de la Rosa, op. 59 (26, enero, 1911, Dresden Hofoper)
6.     Ariadna en Naxos, op. 60 (segunda versión: 4,octubre, 1916, Viena Hofoper)
7.     La Mujer sin Sombra, op. 65 (10, octubre, 1919, Opera del Estado de Viena)
8.     Intermezzo, op. 72 (4, noviembre, 1924, Opera del Estado de Dresden)
9.     Helena la Egipcia, op. 75 (6 , junio, 1928, Opera del Estado de Dresden)
10.    Arabella, op. 79 (1, julio, 1933, Opera del Estado de Dresden)
11.    La Mujer Silenciosa, op. 80 (24, junio, 1935, Opera del Estado de Dresden)
12.    Friedenstag (Día de Paz), op. 81 (24, julio, 1938, 1938, Opera del Estado de Munich)
13.    Daphne, op. 82 (15, octubre, 1938, Opera del Estado de Dresden)
14.    Guntram, op. 25 (segunda versión, 29, octubre, 1940, Teatro Nacional de Weimar)
15.    Der Liebe der Danae, op. 83 (segunda versión 14, agosto, 1952, Festival de Salzburgo)
16.    Capriccio, op. 85 (28, octubre, 1942, Opera del Estado de Munich)
La ópera de Richard Strauss no puede ser ignorada porque primero es piel, luego corazón y fibra y luego, si se quiere y desea……impecables neuronas!!.

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